Hijas de la Caridad
En unas pinceladas hacemos un poco de historia de cómo y cuándo llegaron las hermanas a trabajar en el barrio de la Milagrosa. Podemos diferencias tres etapas:
Años 1982-1987
En Albacete, durante estos años, ya existían algunas comunidades de Hijas de la Caridad. En 1865 se les encomienda a ellas el cuidado de los enfermos del Hospital Provincial. Al año siguiente, 1866, el Gobierno Civil de la Provincia, la Junta de Beneficencia y la Diputación Provincial deciden confiar a las Hermanas un Centro Benéfico Psíquico-Sanitario. Son estas dos las primeras Comunidades en nuestra ciudad.
Años más tarde, en 1923 se funda un pequeño Colegio que, con el tiempo va a ir aumentando su capacidad, dado el número de plazas demandadas y la escasez de Escuelas. También atendían el llamado “Internado”, la Gota de Leche, el Hospicio y el Centro San Raimundo para niños/as sin familia o con carencias básicas.
El cambio social, la revisión de nuestras obras y otras razones influyeron en la retirada gradual de las Hermanas de algunos de estos servicios. Algunas hermanas de estas comunidades, concretamente de San Raimundo y de la Residencia Geriátrica San Vicente de Paul, interpelas por la pobreza concentrada en el barrio de la Milagrosa, también llamado “de las seiscientas” por ser un barrio de realojo construido en el año 1980 para albergar en gran parte a la población proveniente de la demolición de algunas de las chabolas del barrio colindante “Cerrico de la Horca”, hoy “La Estrella”, empezaron a conocer la realidad que vivían las familias que aquí se ubicaban. Se acercaban a sus casas, estaban cerca de ellas y las acompañaban cuando presentaban algún tipo de necesidad o problema en cuestiones de salud, tramitación de papeles, etc.
También durante este periodo se construyó la Iglesia de la Milagrosa que con el paso del tiempo se constituyó en el centro de apoyo espiritual y cultural del barrio, principalmente de los jóvenes. Podemos decir que las necesidades o lacras más importantes que las hermanas encontraron entonces fueron: incultura, hambre, alcoholismo, paro, analfabetismo, fundamentalmente en la población de etnia gitana, falta de cultura religiosa...
Años 1987-1992
Podemos decir que durante este tiempo se llenaron de vida las palabras o audacia, creatividad, disponibilidad, revisión de obras…. Y en Abril de 1987 se establecen tres hermanas en el barrio. Se constituye así la comunidad “OBRA SOCIAL MARGARITA NASEAU”, en memoria de la primera Hija de la Caridad que murió muy joven contagiada por la peste. Eligen vivir en un piso de alquiler como el resto de los vecinos, siguiendo el carisma propio y en fidelidad a San Vicente quien nunca quiso que a las Hijas de la Caridad las consideraran religiosas sino que tuvieran:
...Por monasterio la casa de los enfermos
Por celda un cuarto de alquiler,
Por capilla la Iglesia de la Parroquia,
Por claustro las calles de la ciudad,
Por clausura la obediencia,
Por rejas el temor de Dios
Por velo la santa modestia...
Y es, esta “Carta Magna” de las Hijas de la Caridad, la inspiración de su vida, de su presencia y acción. Las Hermanas continuaron las tareas iniciadas años anteriores. Se integraron en el Colegio Púbico como profesoras de religión, impulsaban la Pastoral de la Parroquia, colaboraban en Proyectos con los servicios sociales del barrio, iniciaron un servicio ambulatorio sanitario por las casas, posteriormente en un local del barrio, hubo que hacer un buen trabajo de mentalización y educación sanitaria entre la gente, principalmente en la población gitana que desconfiaba de los servicios sanitarios públicos. Alguna hermana también compaginaba su tiempo como enfermera en el hospital de Albacete.
A partir de 1992
Sólo una intención ha conducido, mantenido e impulsado a la Comunidad: La cercanía real a los empobrecidos en todos los niveles y la fidelidad a la certeza expresada en las Constituciones: “…Es Cristo el que las espera en los que sufren…”. Desde estas convicciones la Comunidad continuó abriéndose a todas las necesidades del barrio, se fueron consolidando las actividades iniciadas con anterioridad y se iniciaron otras nuevas. Es importante señalar que las Hermanas comenzaron a contar con el apoyo de personas colaboradoras y voluntarias que hacían posible una mejor atención en los campos en los que la comunidad quería estar presente. De este modo, los campo de actuación que abarcaban se extendía a:
- Proyecto de Promoción Social en el barrio: Intervención con familias (situaciones límites), visitas, seguimientos, derivaciones, coordinación con servicios sociales, comedor escolar, colonia urbana de verano, educación para la salud, asociación de vecinos, junta de viviendas, etc.
- Clases de Religión en el Colegio Público
- Implicación e impulso de la Pastoral Parroquial: Grupos de Catequesis y Confirmación, grupos pastorales.
- Medalla Milagrosa, Enfermos, Cáritas, Catequesis Familiar
- Taller Mujer Jóven: un recurso para apoyar y promocionar a chicas jóvenes, entre 16 y 22 años, que abandonaron pronto la escuela para casarse (en su mayoría son gitanas) y que se encuentran embarazadas o con algún hijo a su cargo y de quien depende gran parte del peso familiar: economía, responsabilidades con los hijos, etc.
- Actividades Talleres extraescolares con Infancia: Menores de alto riesgo y en dificultad social.
- Se inicia el Proyecto de trabajo con menores en un Piso Tutelado, fuera del barrio, a través de un Convenio con Bienestar Social
- Así como el Proyecto “Alca”, con adolescentes y jóvenes desde el Plan Urban, dentro del Programa “Corrigiendo Desigualdades”, de iniciativa Europea y Conveniado por el Ayuntamiento. Se propone como medida preventiva a las situaciones de riesgo en las que viven jóvenes / adolescentes con edades comprendidas entre 16 a 18 años. Al principio estaban hasta los 21 pero se modifico la edad por la dificultad de intervención que presentaban la diferencia de edades. El fracaso escolar, el abandono temprano de la escuela y otras razones personales, sociales y ambientales, hace que estos muchachos requieran de habilidades que les posibilite una integración y un desarrollo personal más integral y normalizador. Es un proyecto de intervención socio-educativa-laboral, unos talleres de Alternativa a la Calle (ALCA) con actividades de granja y vivero y todo ello marcado con un carácter educativo, formativo, laboral y de reinserción.
- Pisos de Acogida para grupos de inmigrantes
En la actualidad, podemos decir que las características sociales del barrio se han modificado notoriamente. Existe un deterioro físico importante de las viviendas. Familias que hace quince o veinte años residían en el barrio y que entonces contaban con una situación económica baja pero no presentaban problemas añadidos a sus modestos recursos, han abandonado progresivamente el barrio en cuanto han podido promocionarse. Lo que trae como consecuencia que la marginalidad del mismo haya ido incrementándose. Por otro lado, es importante señalar la presencia progresiva de colectivos inmigrantes asentados en el mismo: familias rumanas, subsaharianos y marroquís se unen al colectivo de familias gitanas, payas y mercheras ya asentadas aquí hace tiempo.
Esta realidad ha ido perfilando y consolidando algunos de los proyectos ya existentes y ha hecho que la realidad modifique otros. De ahí que en este momento, hablamos de los últimos cuatro años, los proyectos que se han ido incorporando a la Obra Social Margarita Naseau, han sido el de: Mediación en el Colegio Público de la Paz, integrado en el marco de un Proyecto de “Comunidades de Aprendizaje” en el ámbito educativo y posteriormente abierto a un Proyecto socioeducativo de barrio del que la Obra Social también forma parte.
En agosto de 2012 la Comunidad decide dejar el Piso Tutelado para abrir el Proyecto Amanece, un recurso para chicas/jóvenes embarazadas, que se encuentran con dificultades personales, económicas o familiares para poder seguir adelante con su embarazo.
El resto de los proyectos han ido mejorando gracias al Equipo que componen toda la Obra Social. Seglares y hermanas, un solo equipo para trabajar en un mismo fin.
Hoy como ayer, la Comunidad sigue interpelándose, buscando cómo servir mejor a los pobres que tan cerca viven de ellas. Pensamos que la realidad que vivimos debe ser orada cada día porque sólo así será Dios quien obre a través nuestro, en favor de sus preferidos. Y para esto, siempre tenemos que tener una actitud de renovación. Debemos sacar de lo más hondo de nuestro ser todas las actitudes, pensamientos, sueños, proyectos, opciones…, que han constituido y constituyen el entramado de nuestra vida. Y nos daremos cuenta de que en ese entramado hay de todo: luces y sombras, rutinas y esfuerzos, cansancios y alientos, convicciones y dudas, derrotas y victorias… Pero hay que sacar del arca todo eso con la sabiduría del discernimiento. Porque no todo lo viejo es desechable ni todo lo aparentemente nuevo es asumible. Es necesario saber reciclar lo viejo para que cobre nueva vida, a la vez que llenamos de vida lo nuevo; sólo así, la experiencia de cada día cobrara existencia realmente nueva, fuerte y madura. Pues con la certeza de que Dios, que es el Señor de la historia, conducirá nuestros caminos, ayudémosle entre todos a seguir apostando por los suyos y a vivir con mirada esperanzada el futuro que es el hoy renovado.